crónica

¿Correr por ritmo o correr por pulsaciones?

Seguro que alguna vez te ha surgido esa duda si eres de los que sales a correr habitualmente. A mí me ha pasado y en mis inicios siempre me hacía la misma pregunta ¿Lo estaré haciendo bien fijándome en el ritmo? ¿Debería tener en cuenta las pulsaciones? Para resolver estas dudas vamos a empezar a diferenciar estas dos cosas por separado.

Ritmo

El ritmo en el running se refiere a la velocidad a la que corres, medida típicamente en minutos por kilómetro o milla, dependiendo de tu preferencia. Por ejemplo, un ritmo de 5 minutos por kilómetro significa que estás corriendo a una velocidad en la que completas un kilómetro en 5 minutos. El ritmo es una medida de la velocidad de movimiento durante la carrera y es una métrica importante para controlar el esfuerzo y la intensidad de tu entrenamiento.

Pulsaciones

Las pulsaciones, por otro lado, se refieren a la frecuencia cardíaca, es decir, el número de veces que tu corazón late por minuto. Durante el running, las pulsaciones aumentan para suministrar más oxígeno y nutrientes a los músculos en funcionamiento. Medir las pulsaciones durante el running te proporciona información sobre la intensidad del esfuerzo que estás realizando. Puedes monitorear tus pulsaciones para asegurarte de que estás dentro de tu zona de entrenamiento objetivo, lo que te ayuda a optimizar el rendimiento y evitar el exceso de esfuerzo o el sobreentrenamiento.

Una vez analizados estos dos factores, se puede decir que es igual de valido elegir entrenar por ritmo o por pulsaciones. Eso si, tanto lo uno como lo otro tiene ventajas y desventajas. Para poder entrenar por pulsaciones, es muy recomendable el haber realizado una prueba de esfuerzo previa para determinar a que pulsaciones nuestro cuerpo está haciendo un sobre esfuerzo y sabes cuales son nuestras zonas de entrenamiento. Además, para tener una correcta medición de las pulsaciones, no bastará con los relojes que usamos para medir nuestra carrera, ya que no son tan fiables como las bandas de pecho y nos hará falta el uso de ellas para tener una medición mucho más precisa.

El entrenar por ritmo en ocasiones también puede ser poco fiable. ¿Por qué? Porque detrás de cada sesión hay que analizar que no es lo mismo correr por la mañana después de haber descansado, que correr después de haber realizado nuestra sesión de trabajo diario. Y tampoco es lo mismo correr por el monte con desnivel, que hacerlo en una pista de atletismo.

Conclusiones

Tanto correr por pulsaciones, como correr por ritmo no tienen en cuenta el estado personal de cada uno de nosotros ni de como nos sentimos cuando salimos a correr. Además, tampoco tiene en cuenta el si hace viento, calor o frío. Por lo tanto, aunque estas mediciones nos sirvan para orientarnos en como vamos evolucionando, creo que deberíamos de tener en cuenta las sensaciones que vamos teniendo al acabar los entrenamientos.

En mi caso, yo soy de los que 2-3 veces por semana hago el mismo recorrido y luego los analizo. Unas veces encuentro mejores sensaciones a ritmos más altos y siento menos cansancio que otros días que voy a ritmo más lento. Estas pruebas semanales me ayudan para predecir y tener una estimación del ritmo que puedo soportar en carrera. Mi consejo es que cada corredor, ya sea por ritmo o por pulsaciones, entrene de la forma que más cómoda le parezca.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *